Los Olvidados del Encierro: Justicia y Salud Mental

# Los Olvidados del Encierro: Justicia y Salud Mental

## La Cárcel como Psiquiátrico de los Pobres

Las cárceles se han convertido en el depósito de los invisibles: los pobres, los olvidados y, sobre todo, los enfermos mentales. En lugar de recibir tratamiento, miles de personas con trastornos psiquiátricos terminan tras las rejas, condenadas no solo por sus delitos, sino también por su incapacidad de defenderse en un sistema que no las comprende ni las atiende. La prisión, lejos de ser un espacio de rehabilitación, se convierte en una trampa mortal para quienes ya estaban atrapados en su propia mente.

## Cuando la Justicia No Distingue la Enfermedad

El sistema penal asume que todos los acusados son responsables de sus actos, pero ¿qué ocurre cuando el delito es cometido por alguien con esquizofrenia, bipolaridad o psicosis? La respuesta es aterradora: en la mayoría de los países, estas personas son juzgadas bajo los mismos parámetros que cualquier otro delincuente, sin importar si comprenden o no la gravedad de sus actos.

En muchos casos, ni siquiera llegan a juicio. Son obligados a declararse culpables para evitar procesos largos y costosos. En otros, la falta de peritajes adecuados los lleva a enfrentar condenas desproporcionadas. No importa si no entendían lo que hacían al momento del crimen; lo que importa es que hay que encerrarlos.

## El Delirio de Sobrevivir en Prisión

Para alguien con una enfermedad mental, la cárcel no es solo una condena, sino un infierno imposible de sobrellevar. El aislamiento, la violencia y la falta de tratamiento agravan sus síntomas. En lugar de recibir terapia o medicación adecuada, muchos son confinados en celdas de castigo, tratados como peligrosos cuando, en realidad, son vulnerables.

- **El castigo en lugar del tratamiento:** En prisiones de América Latina y Estados Unidos, hay reclusos con esquizofrenia que pasan años en aislamiento total porque los guardias no saben cómo manejarlos.
- **La falta de medicación:** En algunos países, las cárceles no cuentan con psiquiatras suficientes y los reclusos deben “ganarse” sus pastillas con buen comportamiento, como si su enfermedad fuera una cuestión de voluntad.
- **La violencia como único lenguaje:** Sin apoyo psicológico, muchos enfermos terminan agredidos o siendo agresores. Sus brotes son castigados con más encierro, en un ciclo sin salida.

## Casos que Indignan

### 1. **El Hombre que Nunca Debió Estar en Prisión**  
En 2012, en Texas, Marvin Wilson, un hombre con un coeficiente intelectual de 61, fue ejecutado. Su discapacidad intelectual estaba probada, pero la Corte Suprema de EE.UU. dictaminó que no había suficiente evidencia para conmutar su pena. Murió sin comprender del todo por qué estaba siendo castigado.

### 2. **Las Prisiones como Manicomios Encubiertos**  
En Argentina, el 25% de los presos tiene algún tipo de trastorno mental. El 90% de ellos nunca recibió tratamiento antes de su detención. El Hospital Borda, el mayor psiquiátrico del país, ha derivado pacientes a la cárcel porque “no hay espacio para ellos”.

### 3. **La Mujer que Fue Castigada por su Trastorno**  
En España, una mujer con bipolaridad fue condenada a 10 años por incendiar su casa durante un episodio psicótico. Aunque la pericia psiquiátrica probó que no actuó con intención, el juez consideró que debía pagar por los daños materiales. Nadie se preguntó cómo llegó a ese estado ni si realmente era justa la sentencia.

## Alternativas: ¿Es Posible una Justicia Humanitaria?

El modelo actual solo perpetúa el sufrimiento de estas personas y no soluciona el problema de fondo. Existen alternativas más humanas y efectivas:

1. **Tribunales de Salud Mental:** En algunos países, como Canadá y el Reino Unido, existen cortes especializadas en evaluar casos de enfermos mentales, priorizando el tratamiento sobre la cárcel.
2. **Hospitales Psiquiátricos en Lugar de Prisiones:** En países nórdicos, los enfermos que cometen delitos son derivados a clínicas especializadas donde reciben tratamiento intensivo, en lugar de condenas punitivas.
3. **Programas de Rehabilitación:** Modelos como el de Portugal han demostrado que el apoyo social y psicológico reduce la reincidencia más que la cárcel.

## Conclusión: Un Sistema Ciego y Sordo

El sistema judicial sigue operando bajo la lógica de castigar en lugar de comprender. Las personas con enfermedades mentales no necesitan celdas, sino tratamiento. No necesitan aislamiento, sino apoyo. Mientras la justicia siga ignorando esta realidad, seguiremos encerrando a quienes más necesitan ayuda en un ciclo de sufrimiento que no beneficia a nadie. La pregunta es: ¿queremos seguir castigando la enfermedad o empezar a curarla?


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