Entre muros y acero, la distancia se yergue,
petrificada en su impaciencia, esculpida en añoranzas.
Soy prisionero de un destino injusto,
pero mi frente, altiva, guarda el orgullo
y la dignidad intacta de un alma buena.
Cada noche, tu recuerdo, como un susurro,
besa mis labios, áridos de tu ausencia,
y me invita al refugio de los sueños.
Sueños que son tuyos, sueños donde eres mía.
¿Sueñas conmigo, como yo sueño contigo?
Un día más es un día menos.
Vine aquí con la promesa de jamás volver.
No temas al temblor del miedo,
ni a la ansiedad que asedia tu pecho.
Solo anhelo acariciar tu alma,
y, en ese roce, sanar la herida de la mía.
Pronto, el reloj se rendirá ante nuestra espera.
Pronto, llegaré.
Y, como antaño, el sueño cederá su lugar a la vigilia:
juntos estaremos, enredados de amor,
una vez más y para siempre.
Porque vine aquí para no regresar jamás.
Volveré a tu lado, para no partir nunca.
Mientras tanto, mi amor, esta noche y todas las noches,
te espero en la penumbra de mis anhelos,
para que, en la inmensidad de tu recuerdo,
me beses y me sueñes,
como yo te beso y te sueño a ti.
Jorge Kagiagian
Dedicado a la perrita que vivió...
Mi perrita chihuahua Mía
Que casi muere a los 6 meses de vida pero Dios y amor la curaron... Con la ayuda de mi amigo Joeman.
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