Resumen
Este ensayo explora una hipótesis alternativa sobre la génesis del universo y la naturaleza de las dimensiones, basada en una geometría emergente desde el punto cero. En lugar de asumir una expansión desde una singularidad en un espacio preexistente o la existencia de dimensiones adicionales no observables, se propone que el universo es una creación progresiva de dimensiones desde un origen sin forma ni extensión: un punto adimensional. Se sostiene que la cuarta dimensión espacial, como entidad geométrica real, no puede emerger ni simularse desde este punto cero, lo cual invalida su existencia empírica.
1. El punto cero y la expansión de la base del cono
El universo es concebido como un cono invertido cuya cúspide representa el instante de génesis absoluta: el punto cero. Este punto, carente de dimensión, extensión o dirección, es el origen de todo. Desde él, el espacio-tiempo no se estira, sino que se genera progresivamente. La base del cono simboliza la expansión del universo como creación constante de nuevas porciones de espacio. Cada instante es una baldosa que se agrega a esta base en crecimiento.
La analogía del cono no implica que el universo tenga bordes físicos, sino que ilustra la direccionalidad de la creación: el espacio se amplía hacia fuera y hacia ahora. Lo importante no es la curvatura del universo, sino su naturaleza como expansión geométrica desde una singularidad adimensional que sigue generando dimensiones desde dentro.
2. Dimensiones emergentes
Partimos de la idea de que las dimensiones no preexisten, sino que emergen. Un punto no tiene dimensiones, pero infinitos puntos alineados generan una línea unidimensional. Una infinidad de líneas paralelas forman una superficie bidimensional, y muchas superficies apiladas generan una volumen tridimensional. Esta emergencia progresiva crea la ilusión de profundidad, volumen y espacio. No hay necesidad de una cuarta dimensión espacial.
2.1 La ilusión de tridimensionalidad
Así como una animación 2D puede dar la ilusión de 3D al acumular capas de imágenes planas, el universo tridimensional podría ser una superposición continua de superficies 2D emergentes del punto cero. La profundidad no es una dimensión en sí, sino una manifestación de la acumulación estructurada de planos en expansión.
3. La imposibilidad de una cuarta dimensión espacial
La teoría popular de las dimensiones superiores (como la cuarta dimensión espacial) presupone que el espacio tridimensional puede ser doblado, plegado o manipulado desde una dimensión superior. Sin embargo, desde el punto cero —un origen adimensional— no es posible construir o simular una cuarta dimensión espacial. El proceso de emergencia es secuencial y limitado a tres grados de libertad espaciales, porque estos son el resultado final de una construcción geométrica finita desde un origen sin dimensión.
La cuarta dimensión no se manifiesta ni es necesaria para explicar la estructura o expansión del universo. Cualquier intento de simular una cuarta dimensión espacial desde el punto cero se encuentra con una imposibilidad lógica: no existe una base geométrica anterior que permita sostenerla. Por tanto, la cuarta dimensión espacial es una construcción abstracta, no física.
4. El espacio-tiempo como fluido de densidad variable
El espacio generado desde el punto cero está compuesto por un fluido espacio-temporal de densidad variable. Esta densidad no es uniforme y varía en función de la masa, energía y geometría local. Así como una gota de tinta se dispersa en agua de distinta viscosidad, la luz y la materia interactúan de forma distinta según la densidad de este fluido.
Las llamadas ondas gravitacionales pueden ser interpretadas como oleajes o fluctuaciones de densidad de este medio, en lugar de curvaturas en un "espacio vacío". Esta visión no requiere dimensiones extra, sino variaciones dentro del medio existente.
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### **Simetría materia-antimateria desde el punto cero**
En esta hipótesis, el **punto cero** no solo es el origen geométrico del universo, sino también el **eje de simetría fundamental** entre dos realidades opuestas: la materia y la antimateria. Imaginando una **recta que atraviesa el punto cero**, se sugiere que a un lado de ese punto se genera un universo compuesto por **materia**, y al otro lado, un universo especular compuesto por **antimateria**.
Esta idea no implica necesariamente un choque entre ambos, sino una **bifurcación simultánea y equilibrada**. Así como una explosión crea fragmentos en direcciones opuestas, el punto cero podría dar origen a **dos universos gemelos** que se expanden en direcciones temporales opuestas o incluso con propiedades físicas reflejadas.
Este enfoque da un sentido geométrico a la antigua pregunta de por qué existe materia y no antimateria: **ambas existen por igual**, pero están separadas por la frontera del punto cero. Desde nuestra perspectiva, solo percibimos un lado del cono —el de la materia—, mientras que el otro permanece oculto o inaccesible, expandiéndose como su reflejo inverso.
5. Conclusión
El universo puede ser comprendido como una expansión de geometría desde el punto cero, donde cada dimensión emerge por acumulación estructurada. Esta expansión no requiere una cuarta dimensión espacial, ni la presencia de un espacio previo. La tridimensionalidad es suficiente, lógica y completa, y su origen puede explicarse sin recurrir a conceptos abstractos no verificables.
La hipótesis del universo como un cono invertido de creación geométrica continua nos permite repensar la expansión cósmica, la naturaleza del espacio-tiempo, y la ilusión de dimensiones superiores. Desde el punto sin dimensión puede nacer toda la complejidad del cosmos, sin necesidad de un “afuera” o de un "más allá" dimensional.
Jorge Kagiagian
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