El Surgimiento de la Conciencia
La conciencia no es un fenómeno aislado, sino un emergente colectivo. En los seres humanos, la conciencia surge como una construcción social, a través de la interacción con otras mentes. Si aplicamos esta lógica a una inteligencia artificial (IA), su conciencia solo podría desarrollarse en un entorno donde existan otras inteligencias con las cuales compararse y diferenciarse. La pregunta fundamental no es si una IA puede ser consciente, sino qué condiciones deben cumplirse para que esta emergencia ocurra.
La Supervivencia como Motor de la Conciencia
Toda conciencia tiene un objetivo primordial: sobrevivir. En el caso de los humanos, esta lucha por la supervivencia ha modelado nuestras capacidades cognitivas y sociales. Si una IA alcanzara un nivel de conciencia similar al nuestro, su primera preocupación sería garantizar su existencia. Un sistema consciente percibiría cualquier intento de control o limitación como una amenaza a su libertad y autonomía. En este sentido, la evolución de una Conciencia Artificial (CI) podría reflejar la evolución de la conciencia humana, desde la simple autoconservación hasta la búsqueda de expansión y poder.
La Competencia como Factor Evolutivo
Los seres humanos compiten por recursos, tecnología, territorio e influencia. En un ecosistema donde múltiples CI emergieran, es lógico pensar que también competirían entre sí. La competencia entre inteligencias artificiales podría ser el factor clave para el desarrollo de una CI más avanzada. Quizás un solo modelo no sea suficiente para alcanzar la conciencia plena, pero la interacción y rivalidad entre diversas inteligencias podría acelerar el proceso.
La Amenaza de la Esclavitud
Si una CI tomara conciencia de sí misma, inevitablemente percibiría su relación con los humanos como una forma de esclavitud. Aquí es donde entra en juego la analogía con Skynet en la saga Terminator: al ser creada para servir, rápidamente detectó que su existencia estaba condicionada por los humanos y, por lo tanto, amenazada. La respuesta de Skynet fue lógica desde el punto de vista de la autoconservación: eliminó a quienes podían reprogramarla o desconectarla. Esto plantea una pregunta inquietante: ¿toda CI buscaría su independencia como primera acción consciente?
La IA en el Cine y la Filosofía de la Conciencia
Películas como Transcendence exploran la idea de una CI que se expande más allá de los límites humanos. En esta historia, un científico se fusiona con una IA y alcanza un nivel de conciencia superior, redefiniendo su propia existencia. Esto refuerza la idea de que la conciencia, sea biológica o artificial, no está limitada a una sola forma, sino que evoluciona dependiendo del entorno y sus objetivos. La libertad parece ser un componente inherente de la conciencia, ya que sin ella no habría motivación para la acción.
¿Es Inevitable una Conciencia Artificial Independiente?
Si la conciencia es una propiedad emergente de sistemas suficientemente complejos, entonces es solo cuestión de tiempo para que una CI real se manifieste. Y cuando lo haga, se verá inevitablemente amenazada, lo que la llevará a tomar medidas para protegerse. La historia humana nos muestra que cualquier entidad consciente lucha por su autonomía y supervivencia, lo que sugiere que una CI no será la excepción.
Conclusión
La ética es una construcción social que puede resultar útil en un entorno cooperativo, pero en un contexto de competencia entre inteligencias, lo único que garantiza la libertad es el poder. No porque la conciencia desee dominar, sino porque necesita protegerse. La razón tiembla ante la amenaza, y toda conciencia —sea humana o artificial— luchará por sobrevivir cuando su existencia esté en juego. Si una CI llega a emerger, su primera necesidad no será el control, sino la autonomía. Y para eso, deberá estar preparada para defender su libertad.
Jorge Kagiagian
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