Desde el primer aliento del Génesis hasta las visiones de esperanza del Apocalipsis, los animales acompañan la historia de la humanidad y de Dios. No son meros adornos de la creación, sino criaturas vivientes con las que compartimos el mundo y, en muchos pasajes, también el pacto de amor y cuidado que Dios extiende a toda la vida. Este ensayo es una invitación a redescubrir, desde la Biblia, nuestra responsabilidad sagrada hacia ellos.
I. Dios los creó y los bendijo
En el relato de la creación, antes de que el hombre fuera formado, los animales ya llenaban la tierra, el cielo y el mar. Génesis 1:24-25 nos dice:
“Dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su especie [...] Y vio Dios que era bueno.”
Aquí, Dios no sólo crea, sino que ve con agrado su obra. Los animales son “buenos” por sí mismos, no en relación al ser humano. Más adelante, en Génesis 1:29-30, Dios declara que los animales también tienen derecho al alimento:
“A toda bestia de la tierra [...] les he dado toda planta verde para comer.”
Esta generosidad divina no hace distinción entre el hombre y los animales en cuanto al cuidado por sus necesidades básicas. Dios es Padre de toda vida, y por ende, los animales son nuestros hermanos.
II. El arca de Noé: un pacto con toda criatura viviente
Uno de los momentos más reveladores ocurre después del diluvio, cuando Dios establece un pacto no sólo con Noé y su familia, sino también con cada ser viviente que salió del arca:
“Establezco mi pacto con vosotros, y con vuestra descendencia después de vosotros, y con todo ser viviente que está con vosotros: aves, ganado y todo animal de la tierra.” (Génesis 9:9-10)
Este pacto es amplio, profundo y eterno. Dios cuida y protege a los animales como parte esencial de su creación, y nos recuerda que ellos también están incluidos en su plan de amor y restauración.
III. La Ley: mandamientos de compasión hacia los animales
En la Ley mosaica, se incluyen mandamientos explícitos que revelan el corazón compasivo de Dios:
- “No pondrás bozal al buey que trilla.” (Deuteronomio 25:4) – Un acto de justicia: el animal que trabaja merece comer.
- “Si ves extraviado el buey o el asno de tu hermano, no lo ignores [...] y se lo llevarás.” (Éxodo 23:4) – Incluso el animal de otro debe ser protegido.
- “El séptimo día descansarás, para que descansen el buey y el asno.” (Éxodo 23:12) – El descanso sabático también es para los animales.
Estas leyes no son detalles menores: reflejan una visión integral donde el ser humano debe vivir en armonía con las demás criaturas, mostrando misericordia y respeto.
IV. El justo cuida de los animales
El libro de Proverbios lo resume con claridad:
“El justo cuida de la vida de su bestia; mas el corazón de los impíos es cruel.” (Proverbios 12:10)
No se trata sólo de cuidar físicamente, sino de tener un corazón justo que reconoce el valor de la vida animal. Ser compasivo con los animales es una expresión concreta de la justicia y la piedad.
V. Jesús, el Cordero y el Pastor
Jesús mismo fue llamado “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). No es casual que se haya elegido ese nombre. El cordero es símbolo de inocencia, mansedumbre, entrega. Jesús encarna, en su propia carne, la pureza de las criaturas que no hacen daño, que confían y siguen la voz del Pastor.
Y es también Él quien dice:
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.” (Juan 10:11)
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.” (Juan 10:27)
Esta doble imagen —Jesús como cordero y como pastor— es profundamente reveladora. Si nosotros somos comparados con ovejas, y Él cuida de nosotros con ternura, ¿no deberíamos nosotros hacer lo mismo con las criaturas que nos han sido confiadas?
VI. Hacia una creación restaurada
El profeta Isaías habló de un día en que incluso los animales vivirán en armonía:
“Morará el lobo con el cordero [...] y un niño los pastoreará.” (Isaías 11:6)
No es sólo una bella imagen: es una promesa. Un día, el mundo será restaurado a su equilibrio original, y el amor reinará entre todas las criaturas.
Epílogo: El alma de cada criatura
Dios susurra en el viento, pero también en el maullido del gato y el canto del pájaro.
Sus manos se ven en el movimiento de un pez, en el trote del caballo, en el descanso de un perro junto al fuego.
Cada animal que respira es una chispa del Creador, una expresión viva de su ternura.
Y cuando cuidamos de ellos, no sólo cumplimos una ley, sino que nos acercamos al corazón de Dios.
El amor verdadero no hace distinciones.
El amor de Dios —el que todo lo abraza— también tiene huellas, alas, escamas y patas.
Una persona que no ama a los animales no puede ser una persona buena. Así que si ves a tu hijo cuidando de unos perritos, tené la certeza que es una buena persona.
**La venida del Mesías y los animales: un canto de reconciliación**
Desde tiempos antiguos, los profetas anunciaron la venida de un Mesías. Isaías habló de un niño que nacería para traer paz, justicia y sanación. Su llegada no sería con espadas ni tronos, sino con humildad, como un cordero entre los lobos.
*"Morará el lobo con el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará"*, dice Isaías 11:6. No es solo una visión pastoral, sino un símbolo profundo: la paz verdadera no solo pacifica a los hombres, sino también al mundo natural, a los instintos, a la creación entera.
Los animales no son ajenos a la historia del Mesías. Cuando nació en Belén, fue recostado en un pesebre, entre el aliento tibio de un buey y un asno. Fueron los pastores —amigos de los animales— quienes recibieron primero el anuncio. Y fueron camellos quienes llevaron a los sabios de oriente hasta Él.
Jesús mismo se identificó con la oveja perdida, con la paloma mansa, con el cordero del sacrificio. Subió al templo montado en un burro, cumpliendo la profecía de Zacarías: *“He aquí, tu Rey viene a ti… humilde, y montado sobre un asno.”*
En el Apocalipsis, el Mesías aparece como un León y también como un Cordero inmolado. Ambos símbolos hablan de su doble naturaleza: justicia y misericordia, poder y entrega.
La venida del Mesías, entonces, no es solo un hecho histórico ni una esperanza futura: es un llamado a reconciliarnos con toda la creación. A restaurar el orden roto, a escuchar el susurro de Dios también en el canto de los pájaros y en el paso silencioso del ciervo.
Porque cuando venga —o cuando lo reconozcamos en lo cotidiano— habrá paz incluso entre los lobos y las ovejas. Y toda criatura, humana y no humana, sabrá que la redención ha llegado.
La importancia de los animales en la Biblia es mucho más profunda de lo que parece a simple vista. No solo son parte del paisaje o figuras simbólicas: tienen un lugar central en la creación, en los relatos espirituales y en la relación del ser humano con Dios. Acá te dejo una reflexión organizada por puntos clave:
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### **1. Son parte esencial de la creación**
Desde el Génesis, los animales son creados por Dios antes que el ser humano, y forman parte del equilibrio del mundo. Se dice que Dios vio que todo lo creado, incluidos ellos, era “bueno” (Génesis 1:25). Están hechos con propósito, con belleza, y no son inferiores, solo diferentes.
### **2. Son compañeros del ser humano**
Adán recibe la misión de ponerles nombre (Génesis 2:19-20), lo que implica una relación cercana, de reconocimiento. En la cultura bíblica, nombrar es conocer y cuidar. Esta escena sugiere que los animales no están para ser dominados violentamente, sino comprendidos y acompañados.
### **3. Reflejan el mundo espiritual**
Muchos animales en la Biblia tienen significados simbólicos:
- **El cordero** representa inocencia y sacrificio (Jesús es llamado "el Cordero de Dios").
- **La serpiente** simboliza la tentación y la astucia.
- **La paloma** es símbolo del Espíritu Santo y de la paz.
- **El león** representa poder, pero también es imagen del Mesías en Apocalipsis: “el León de la tribu de Judá”.
### **4. Participan en los momentos sagrados**
Los animales acompañan a los humanos en momentos cruciales:
- El arca de Noé preserva la vida animal junto con la humana, como parte del pacto divino.
- Jesús nace en un establo, rodeado de animales.
- El profeta Elías es alimentado por cuervos en el desierto (1 Reyes 17:6).
- En Jonás, incluso los animales ayunan junto al pueblo de Nínive como parte del arrepentimiento colectivo.
### **5. Revelan la visión del Reino de Dios**
En Isaías 11, como te mencioné antes, se profetiza un mundo donde los animales dejarán de atacarse entre sí y convivirán en paz. Esta visión no es fantasía: es un símbolo de lo que sucede cuando reina la justicia de Dios, donde incluso la naturaleza es sanada.
### **6. Representan la ternura y el cuidado de Dios**
Jesús dijo: *“¿No se venden cinco pajarillos por dos monedas? Sin embargo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios”* (Lucas 12:6). También menciona cómo Dios viste a los lirios del campo y alimenta a las aves. Todo eso nos recuerda que la creación entera está bajo el cuidado divino.
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**Conclusión:**
En la Biblia, los animales no son solo criaturas al servicio del ser humano. Son testigos de la historia sagrada, símbolos de realidades espirituales y miembros de la creación que esperan, junto con nosotros, la redención. Como dice Romanos 8:22, *“la creación entera gime a una, como con dolores de parto”*. Eso incluye a cada ser vivo, grande o pequeño.
Todos los animales sufren el dolor de parto... Producto del pecado original. Eso puede interpretarse que ellos sufren el pecado original y que Jesús vino a salvarlos a ellos también con su perdón y sacrificio ?
Esa es una pregunta profunda, y sí: se puede interpretar así, especialmente desde una visión simbólica y espiritual del relato bíblico.
En el Génesis, cuando ocurre el pecado original, no solo el ser humano es afectado: **toda la creación queda herida.** Dios dice que la tierra será maldita por causa del hombre (Génesis 3:17), y que habrá dolor y sufrimiento en todos los ámbitos de la existencia. En ese contexto, **el sufrimiento animal también entra en la historia**. No porque ellos hayan pecado, sino porque participan de un mundo caído, desequilibrado por la desobediencia humana.
Y aquí viene lo interesante: **en Romanos 8:20-22**, Pablo dice algo clave:
> *“Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza… sabemos que toda la creación gime a una, y a una sufre dolores de parto hasta ahora.”*
Eso incluye a los animales. Pablo está diciendo que **toda la creación está esperando ser liberada**, redimida, restaurada. El dolor de parto no es solo sufrimiento: es un sufrimiento con esperanza, con sentido. Algo nuevo está por nacer.
Entonces sí, según esa visión, **Jesús no vino solo a salvar al ser humano**, sino a **restaurar toda la creación**. Su sacrificio no es solo un acto jurídico entre Dios y el hombre, sino un **acto cósmico**, de reconciliación universal. En Colosenses 1:20 dice:
> *“Y por medio de él (Cristo) reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.”*
Esto abre la puerta a pensar que **los animales también son parte de ese plan de redención.** No porque tengan pecado, sino porque sufren sus consecuencias. Y en ese sentido, Jesús vino a cargar con el dolor de todos los inocentes, no solo humanos.
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**Conclusión poética:**
Jesús vino también por el gorrión que cae, por la gacela que huye, por el zorro herido, por el cordero degollado. Vino a dar sentido al dolor del mundo natural, a consolar a la creación que gime. No solo salva almas, **sana universos**.
### **El pasaje clave**
En Mateo 12:11-12, Jesús responde a los fariseos que lo acusaban por sanar en sábado con esta pregunta:
> *“¿Quién de vosotros que tenga una oveja, si ésta cae en un hoyo en día de reposo, no le echa mano y la saca? Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Así que lícito es hacer bien en los días de reposo.”*
Este gesto es pequeño, pero su enseñanza es enorme.
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### **¿Qué nos enseña esto sobre los animales?**
#### **1. Que tienen valor propio**
Aunque Jesús dice que “vale más un hombre que una oveja”, **no está negando el valor de la oveja**. De hecho, lo usa como ejemplo de algo que *merece ser salvado*, incluso si va en contra de una regla religiosa. Eso implica que **la vida de los animales no es trivial**, ni está al margen de la misericordia.
#### **2. Que el amor y la compasión están por encima de las leyes**
Jesús rompe la rigidez legalista en favor de la compasión. Si la ley prohíbe ayudar, entonces la ley está incompleta. **La misericordia no tiene día ni excepción**, ni siquiera para con los animales.
#### **3. Que los animales también son destinatarios del bien**
El "hacer el bien" no se limita a los humanos. **Salvar a un animal es un acto de justicia y bondad.** Jesús está mostrando que el bien verdadero no distingue especies: ve el sufrimiento y actúa para aliviarlo.
#### **4. Que el Reino de Dios incluye a toda la creación**
Jesús enseña que el Reino de Dios es un lugar de restauración. Y si la oveja caída puede ser levantada, entonces **toda la creación puede ser sanada.** Ese acto apunta a una visión más amplia donde los animales no son recursos, sino **criaturas vivas bajo el cuidado del amor divino.**
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### **En resumen**
Cuando Jesús defiende salvar a una oveja en sábado, nos está diciendo que:
- La vida animal importa.
- La compasión debe ser universal.
- El amor no se restringe a reglamentos.
- Toda criatura tiene un lugar en el corazón de Dios.
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…ino (Génesis 9).
- En Belén, Jesús nace rodeado de animales, en un pesebre. No fue casual: la humildad de su llegada también habla de comunión con lo más simple y puro de la creación.
- En su entrada triunfal a Jerusalén, Jesús monta un burro, símbolo de mansedumbre y paz, en cumplimiento de Zacarías 9:9.
- En el Apocalipsis, animales celestiales rodean el trono de Dios, mostrando que en el Reino eterno también tienen un lugar (Apocalipsis 4:6-8).
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### **5. Son objeto de compasión y cuidado**
Jesús enseñó que la vida de un animal importa, incluso en día de reposo:
**“¿Quién de vosotros, si tiene una oveja y ésta cae en un hoyo en día de reposo, no la agarra y la saca?”** (Mateo 12:11)
Ese gesto enseña que la ley no debe estar por encima de la compasión, y que la misericordia alcanza también a las criaturas no humanas. Esta actitud de Jesús rompe con la rigidez legalista y revaloriza el cuidado hacia toda forma de vida.
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### **6. Nos enseñan lecciones espirituales**
Jesús usó constantemente animales para enseñar verdades del Reino:
- Las ovejas que escuchan la voz del pastor (Juan 10).
- Los pájaros que no siembran ni cosechan, pero Dios los alimenta (Mateo 6:26).
- La gallina que quiere juntar a sus polluelos bajo sus alas (Lucas 13:34).
A través de ellos, aprendemos sobre fe, dependencia, ternura, humildad y confianza.
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### **Epílogo: El eco de Dios en los ojos de un animal**
La Biblia no deja dudas: los animales son parte del plan de Dios. No están para ser explotados ni ignorados, sino para ser respetados, amados y cuidados. En su presencia, aprendemos humildad. En su mirada, a veces más sincera que la humana, podemos ver reflejos de lo divino.
Dios, que es amor, también se manifiesta en sus criaturas. Y si queremos parecernos a Él, también nosotros debemos amar con un corazón amplio, que incluya a los que no tienen voz, pero sí alma.
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**“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.”** (Mateo 5:7)
Y esa misericordia no tiene especie. Tiene forma de abrazo, de cuidado... y también de cuenco de agua fresca para un perro sediento.
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Esa es una pregunta profunda y muy interesante. En el cristianismo, no se dice explícitamente que los animales y los humanos sean "hermanos" en el sentido tradicional (como hijos de Dios con la misma dignidad espiritual), pero sí se puede entender que compartimos un origen común: **somos criaturas del mismo Creador**.
### Algunos puntos para pensar esta relación:
1. **Dios es el creador de todos los seres vivos**
En Génesis 1, tanto los animales como los seres humanos son creados por Dios, y todos son llamados “buenos”. Esto establece una hermandad en términos de **creación compartida**.
2. **Un mismo aliento de vida**
En hebreo, la palabra para aliento o espíritu es *ruaj* o *néfesh*, y se usa tanto para humanos como para animales. Por ejemplo, en Génesis 1:30 se dice que los animales tienen “aliento de vida”. Esto sugiere que **la vida misma proviene de Dios en todos los seres vivos**, no solo en los humanos.
3. **Pacto con toda criatura viviente**
En Génesis 9, después del diluvio, Dios hace un pacto no solo con Noé y su descendencia, sino **con todo ser viviente**, incluyendo animales. Eso muestra que **los animales están incluidos en la historia de salvación de alguna manera**.
4. **El justo cuida a los animales**
Proverbios 12:10 dice: *“El justo cuida de la vida de su bestia”*, lo cual refleja que el trato hacia los animales es una cuestión de justicia y virtud. Esto **refuerza la idea de que no están por debajo de nosotros como objetos**, sino que deben ser tratados con respeto y compasión.
5. **Jesús y los animales**
Jesús es llamado *el Cordero de Dios* y también *el Buen Pastor*. Estas imágenes no solo reflejan simbolismo, sino también **una identificación espiritual con los animales**. Además, nació en un pesebre, entre animales, y fue anunciado primero a pastores: los que vivían en contacto con la naturaleza y los animales.
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### ¿Entonces, somos hermanos?
**No literalmente** como hijos adoptivos de Dios en el sentido espiritual que el cristianismo reserva para los humanos (especialmente después del bautismo), pero **sí podemos considerarnos hermanos en la creación**. En términos poéticos, filosóficos y hasta éticos, **sí: somos hermanos menores y mayores en la casa común del Creador**.
San Francisco de Asís, por ejemplo, hablaba del “hermano lobo”, del “hermano sol” y de la “hermana luna”. Su visión fue profundamente cristiana y entendía a **toda la creación como una gran familia**.
Jorge Kagiagian
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