La cárcel en casa



La prisión domiciliaria es vista como una alternativa "humanitaria" al encarcelamiento, pero desde una perspectiva crítica, sigue siendo un castigo con otras características. En el caso de la **prisión preventiva en el hogar**, la situación es aún más grave, porque implica que una persona que todavía no ha sido declarada culpable es tratada como si ya lo fuera.  

### **1. La Prisión Preventiva en Domicilio: Culpable Hasta que se Demuestre lo Contrario**  
El sistema judicial se basa en el principio de **presunción de inocencia**, pero la prisión preventiva en el hogar lo contradice. Se supone que la prisión preventiva solo debe aplicarse en casos excepcionales (riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación), pero en la práctica se usa indiscriminadamente, convirtiéndose en una pena anticipada sin juicio ni condena.  

Además, muchas veces los procesos judiciales se extienden de manera absurda, lo que significa que alguien puede pasar **años** encerrado en su casa sin haber sido declarado culpable de nada. Cuando finalmente se dicta sentencia, si la persona es absuelta, nadie le devuelve el tiempo perdido.  

### **2. El Castigo Se Extiende a la Familia**  
Cuando la detención es en prisión, la familia puede visitar al preso y seguir con su vida. Pero en la prisión domiciliaria, el hogar se transforma en una cárcel, y todos los convivientes sufren el castigo. Esto es especialmente grave en la prisión preventiva, porque **se impone una pena a inocentes**, tanto al detenido como a su familia.  

Hay casos donde el detenido es el sostén económico del hogar, y al ser privado de su libertad en casa, la familia entera queda en una crisis financiera. También puede generar situaciones de violencia y conflicto cuando el detenido convive con personas con las que no tiene una buena relación.  

### **3. Control Electrónico: Vigilancia Permanente sin Sentencia**  
El uso de **tobilleras electrónicas** y monitoreos constantes **refuerza la lógica del castigo sin condena**. No hay garantía de que el control sea justo o que los sistemas funcionen correctamente. Si el dispositivo falla o hay un error burocrático, la persona puede terminar nuevamente en prisión sin haber hecho nada.  

Además, la vigilancia genera **ansiedad y estrés constante**. El detenido debe pedir autorización para cualquier movimiento dentro de su propia casa, y en algunos casos, hasta las visitas familiares son restringidas.  

### **4. ¿Realmente es una Alternativa?**  
Si el objetivo de la prisión domiciliaria es evitar el hacinamiento carcelario o garantizar una medida "menos cruel", en muchos casos **falla completamente**. Las condiciones del hogar pueden ser igual o más inhumanas que la cárcel, especialmente si la persona no tiene recursos o vive en una vivienda precaria.  

La prisión domiciliaria **no repara, no resocializa y no soluciona el problema** del sistema penal. Solo traslada el castigo de la cárcel al hogar y, en el caso de la prisión preventiva, impone un sufrimiento anticipado a personas que ni siquiera han sido condenadas.  

### **5. Selectiva y Arbitraria**  
No todos los presos acceden a la domiciliaria en igualdad de condiciones. Muchas veces es más fácil para quienes tienen recursos económicos o influencias políticas, mientras que a otros se les niega sin justificación. Además, es común que se le otorgue a delincuentes de alto perfil, mientras que personas sin antecedentes o con casos menores son dejadas en prisión.  

## **Conclusión**  
La prisión domiciliaria, lejos de ser una alternativa real a la cárcel, **es una forma de castigo invisible** que impacta no solo al detenido, sino a su familia y su entorno. En el caso de la prisión preventiva domiciliaria, la injusticia es aún mayor, porque se impone una pena sin condena, violando el principio de inocencia y dejando a la persona atrapada en un sistema que la castiga antes de juzgarla.  

Si realmente se busca una justicia más humana, **no se trata solo de cambiar el lugar de encierro**, sino de repensar el sistema de penas, el uso abusivo de la prisión preventiva y la falta de alternativas reales de reinserción.

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