Nueva Humanidad

Fue una mañana como cualquier otra pero al intentar levantarse se dio cuenta que no podía moverse. Se había pegado a la cama. No importaba cuan fuerte lo intentara; no podía lograrlo.  Estaba allí, con un inmenso peso invisible sobre el pecho… fue su tristeza devenida en depresión que lo condenó a la más hermosa de las cadenas perpetuas.


Estuvo enamorado, de hecho aún lo está pero su mente lo reprimió.  Ella, una mujer de piel nativa dorada por el sol.  Un día ella decidió terminar la relación. Él nunca le reveló a nadie el por qué. Solo dijo: “simplemente se fue y jamás regresó”. Y nunca mencionó nuevamente el tema. Hoy, ni siquiera, debe recordar su nombre.

Durante los primeros meses, fue realmente penoso verlo en esa condición. Por eso, sus amigos más queridos intentaron animarlo invitándolo a fiestas y eventos para sacarlo de su encierro. Pero por sus negativas, lentamente, aceptaron la situación y dejaron de tenerlo en cuenta. Así fue perdiendo a cada una de sus amistades.

Poco a poco, fue descubriendo que no era tan mala su situación. La figura de su silueta se dibujaba hundida en el colchón. Era tan reconfortante, tan suave; lo tenía cómodamente atrapado. Su televisión gigante de última generación, el control remoto y una bebida cola sin azúcar a su lado le hacía toda la compañía que necesitaba.
Se  fue acostumbrando a vivir así.  Ya no se encuentra deprimido gracias a la ayuda de unas pastillas pero aun así no quiere salir ¿Para qué? Si vive los mejores momentos: ríe con las comedias de situación, competencias de baile, reality shows, ficciones violentas y las noticias llenas de realidades igual de violentas.

Se queda dormido con la televisión encendida; y al despertar sus ojos están ya están en la dirección correcta hacia la pantalla. Esa hermosa pieza tecnológica que sabe todo lo que necesitamos. Tiene siempre una larga lista de propuestas para nuestro entretenimiento. Incluso sueña con la programación televisiva… ¿Sobre qué más podría soñar si esa es la totalidad de su mundo?
A su lado, una pila enorme de restos alimento y botellas vacías. Una mujer que ha contratado limpia, eventualmente, el incipiente foco infeccioso.

De haber existido una programación de mayor profundidad educativa, hoy sería un gran erudito. Un conocedor de la humanidad, de las ciencias, de las artes, de psicología, medicina, ingeniería, historia; pero no. Ahora sabe, al detalle, de la vida personal de una mujer siliconada y su amante millonario pasado de años. De ciencias, nada. Eso sí, sobre ideologías de moda conoce absolutamente todo. Los programas de política de pensamiento único formaron su moral. Y, del resto, no conoce nada. Pero es sabido que ser un intelectual no es condición sine qua non para alcanzar la felicidad tan pretendida. Su mayor jactancia es poder recordar la formación de todos los equipos de fútbol de los últimos años. Los nombra velozmente, sin dubitar, desde el arquero hasta los suplentes y cada uno del equipo técnico. El fútbol visto desde la cama !¿Que más se le puede pedir a la vida?!

Cuando algo le recuerda situaciones de su vida pasada, rápidamente cambia de canal ¡Grata salvación! Una mujer cosificada siempre está pronta para él.
Paulatinamente, fue reprimiendo toda su vida: sus recuerdos y sentimientos. Ya no vive su propia vida sino la de los personajes de farándula que, sin duda, son muchísimo más glamorosas.

¡Maravilloso sistema de comida a domicilio! ¡Obra divina! Si bien es alimento de muy cuestionable valor nutricional es indudablemente sabrosa y con eso es más que suficiente.
Si le ocasiona dolor de estómago, no hay problema alguno siempre puede comprar un medicamento para subsanarlo. Si duerme poco compra pastillas para dormir, si duerme mucho, pastillas vitamínicas. Si se encuentra resfriado, adolorido, con sobrepeso o carencia de peso siempre una publicidad de alguna medicación se presenta tan reveladora cual epifanía: una imagen de alta definición, sonido surround y con bellas mujeres escasas de ropa bailando al ritmo de la más pegadizas melodías mientras rozan sus cuerpos entre ellas... si esto no es un milagro se le parece bastante.

Hoy en día no podríamos decir si en verdad piensa o si su mente es solamente un repositorio de conocimiento efímero, pasajero producto de la sociedad moderna. ¿Pero qué importa que sea efímero si mañana habrá conocimiento nuevo y fresco en una propuesta televisiva diseñada para él?

Tiene una mente llena de datos, tan masivos como irrelevantes. Datos brindados por periodistas que jamás verifican la veracidad de los mismos pero sin dudas son más que entretenidos.
Titulares que le indican como uno debe sentirse: “polémico…”, “desalentador…”, “repudiable…”, “indignante…”,”emotivo…”  y muchos más. ¡Ya no tiene que ni siquiera sentir por sí mismo! Todos los sentimientos ya vienen sentidos con anterioridad. Así como el pensar ¿Para qué hacerlo si hay gente que lo hace por uno?
Así vive. Solo, tan tranquilo, sin problemas, sin ella pero en paz. Su cerebro licuado es feliz aunque ya no recuerde nada; hace años que ni siquiera ve el sol brillar. Pero tiene todo, nada le falta.
Día tras día, solo debe fijar los ojos en la hipnótica pantalla y ella lo recompensará con cualquier cosa que su nueva humanidad necesite.
Vivir nunca ha sido más fácil.

Jorge Kagiagian

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