Narradora de ilusiones traicionadas y sueños moribundos.
Combinados, como por arte de alquimia, lo despreciable con lo hermoso juntos en el mismo compás.
Jinete Maldito
Cositas en la panza
En el parque,
desde la calesita,
vi las trenzas
que su abuelita le hace.
Jugaba con sus amigas
Saltando la soga
riendo muy feliz.
El último cigarrillo
Ciencia olvidada en desarrolllo
Durante toda mi vida, he seguido mi vocación con esmero, trabajando, estudiando y enseñando mi profesión. Se trata de una disciplina que pasa desapercibida para la mayoría, o que simplemente desconocen.
¿Por qué la lluvia me causa tanta nostalgia?
Amante Lunar
Ojos azules,
océano encantador;
tu cuerpo
envoltorio grácil
de un alma sensible,
apasionada y sutil.
En la intimidad
de un cielo inquietante,
de una noche sin estrellas,
el brillo lunar
embriaga tus secretos
en cada mirada,
en cada suspiro.
Escapan libres
tus silencios prisioneros.
En la intimidad de la noche,
qué no dormirá
embriagada de amor,
te revelas amante y mujer.
Jorge Kagiagian
Luz de nuestra existencia
Luz de nuestra existencia
En la luz del crepúsculo, en la frontera de los mundos, en el límite del tiempo, arde mi corazón por ti. La imagen de tu rostro, velada por la niebla de la memoria, se disuelve y se recompone en la danza eterna de la luz y la sombra.
El mar, símbolo de la vida y la muerte, talla su rostro en la roca del acantilado, ¿Acaso nuestra historia es la misma que la del mar, un reflejo que se expande y se contrae, que surge y desaparece en vaivén eterno?
Una aturdida existencia nos conduce hacia un abismo insondable, un abismo donde se encuentran la razón y la locura, la certeza y la duda, la felicidad y la tristeza. Y allí también, entreveradas nuestras emociones, nuestros deseos, nuestros miedos, nuestros sueños. ¿Será que en ese abismo, donde la realidad y la fantasía se entrelazan, hallaremos las respuestas?
La luna, amiga silenciosa de la noche, testigo de nuestra historia, sigue iluminando nuestro camino, como una guía incierta hacia la verdad. ¿Será que en la luz de la luna, en el brillo de las estrellas, habita el secreto de nuestro amor, la clave devela los secretos todos del universo?
Y así, en esta atudida existencia de luz y sombra, en esta danza de la vida y la muerte, en esta búsqueda eterna, mi corazón sigue ardiendo por ti, en un fuego que nunca se apaga, en una llama que nunca muere.
Jorge Kagiagian
Dedicado a Silvana Jesus
Desolate Gaze
Tu dolor, persistente, habita en mi mente,
como el recuerdo de tus ojos desahuciados y vencidos.
No supe como hablarte, ni como amarte.
El miedo, ese monstruo vil, fue el verdugo.
Lloraste, como una niñita, tu desconsuelo.
¿Cómo escapar de esa memoria?
Me atormenta en cada sueño, en cada pensamiento, en cada suspiro.
Si pudiera verte, por un instante al menos,
verías en mis ojos la tristeza
refejo fiel de tu mirar.
Conozco quien eres, tus deseos, tus pasiones,
y sé lo mucho que me amaste alguna vez.
Pero todo fue demasiado, el dolor sobrepasó la razón.
Nunca podremos perdonarnos tanto penar.
Quisiera tomarte en mis brazos, consolarte,
y pagar por todo el dolor que te he causado.
Lo soportaría todo, incluso más,
no hay mayor sufrimiento que el no tenerte.
Jorge KagiagianDesprovisto
Belleza, suave virtud
La flor exhala su belleza
al ser cuidada con dulzura,
un mimo que la hace crecer
en una sublime envoltura.
toda virtud tierra será,
y toda su belleza,
su belleza toda
será olvido, será muerte.
Jorge Kagiagian
Sed de tu mirar
me pierdo en el azul de tus ojos, mágico abismo
donde yace la voluntad y el sosiego.
Cautivante seducción,
hechizo poderoso,
funde mi alma
y desvela mi corazón,
éxtasis maravilloso y divino.
Profundidad azul,
océano insondable,
despierta en mí
la aventura de
tu mundo sin fin,
mundo de enigmas y misterios,
cuál peregrino sediento
me sumerjo en ellos
y así, saciar mi alma
bebiendo de ti.
Jorge Kagiagian
La delicada virtud de la belleza
La delicada virtud de la belleza
La flor
alcanza su belleza
bajo el cuidado tierno
bajo la sombra del maltrato
Morirá
Jorge Kagiagian
El último verso para ser gramaticalmente correcto debería decir "moriría". Pero he optado por "Morirá" porque posee más intensidad poética.