Luz de nuestra existencia

Luz de nuestra existencia 

En la luz del crepúsculo, en la frontera de los mundos, en el límite del tiempo, arde mi corazón por ti. La imagen de tu rostro, velada por la niebla de la memoria, se disuelve y se recompone en la danza eterna de la luz y la sombra. 

El mar, símbolo de la vida y la muerte, talla su rostro en la roca del acantilado, ¿Acaso nuestra historia es la misma que la del mar, un reflejo que se expande y se contrae, que surge y desaparece en vaivén  eterno?

Una aturdida existencia nos conduce hacia un abismo insondable, un abismo donde se encuentran la razón y la locura, la certeza y la duda, la felicidad y la tristeza. Y allí también, entreveradas nuestras emociones, nuestros deseos, nuestros miedos, nuestros sueños. ¿Será que en ese abismo, donde la realidad y la fantasía se entrelazan, hallaremos las respuestas? 

La luna, amiga silenciosa de la noche, testigo de nuestra historia, sigue iluminando nuestro camino, como una guía incierta hacia la verdad. ¿Será que en la luz de la luna, en el brillo de las estrellas, habita el secreto de nuestro amor, la clave devela los secretos todos del universo?

Y así, en esta atudida existencia de luz y sombra, en esta danza de la vida y la muerte, en esta búsqueda eterna, mi corazón sigue ardiendo por ti, en un fuego que nunca se apaga, en una llama que nunca muere.

Jorge Kagiagian

Dedicado a Silvana Jesus

No hay comentarios.: