Enigmas, secretos,
luces esquivas...
los misterios todos.
cometas, estrellas,
luces esquivas...
los astros todos,
entre ellos, este amor.
Amor que navega las brumas,
en silencio, en cegador silencio,
nadie lo ve, nadie lo alcanza,
inadvertido por siempre,
invisible y eterno.
Amor que vive, que muere,
amor que renace de una flor,
de un beso, de una mirada,
de la sonrisa de tus labios,
ese habrá de ser el precio
que siempre hemos de pagar.
Ocultos en los astros, aguardan los enigmas,
mientras que,
de nuestra propia arrogancia,
jugamos al amor.
El laberinto del tiempo
sus salidas ha sellado,
extraviados por siempre,
fingiendo entender,
pagamos el precio eterno.
Apresúrate, ven aquí,
los misterios dormidos
y los astros todos
brillan intermitentes,
como un guiño amigo.
En sublime silencio aguardan por ti,
aguardan por mí,
por nosotros,
ven, no temas...
ven aquí,
ven... ven y bésame…
Jorge Kagiagian
Amor silente
Enigmas, secretos,
luces esquivas...
los misterios todos.
Cometas, estrellas,
luces esquivas...
los astros todos,
entre ellos, este amor.
Amor que navega las brumas,
en silencio, en cegador silencio,
nadie lo ve, nadie lo alcanza,
inadvertido por siempre,
invisible y eterno.
Amor que vive, que muere,
amor que renace de una flor,
de un beso, de una mirada,
de la sonrisa de tus labios,
ese habrá de ser el precio
que siempre hemos de pagar.
Ocultos en los astros, aguardan los enigmas,
mientras que,
inconscientes
de nuestra propia arrogancia,
jugamos al amor.
El laberinto del tiempo
sus salidas ha sellado,
extraviados por siempre,
fingiendo entender,
pagamos el precio eterno.
Apresúrate, ven aquí,
los misterios dormidos
y los astros todos
en sublime silencio
aguardan por ti,
aguardan por mí,
por nosotros.
Ven, no temas...
ven aquí,
ven... ven y bésame...
Jorge Kagiagian
Amor silente
Ven... Ven y bésame
Enigmas, secretos,
luces esquivas...
los misterios todos.
venid
Cometas, estrellas,
luces esquivas...
los astros todos,
venid
entre ellos, este amor
os espero
Amor que navega las brumas,
en silencio, en cegador silencio,
nadie lo ve, nadie lo alcanza,
inadvertido por siempre,
invisible y eterno.
Amor que vive, que muere,
amor que renace de una flor,
de un beso, de una mirada,
de la sonrisa de tus labios,
ese habrá de ser el precio
que siempre hemos de pagar.
Ocultos en los astros, aguardan los enigmas,
mientras que, inconscientes
de nuestra propia arrogancia,
jugamos al amor.
El laberinto del tiempo
sus salidas ha sellado,
extraviados por siempre,
inventamos excusas
fingiendo entender,
pagamos el precio eterno.
Apresúrate, ven aquí,
los misterios dormidos
y los astros todos
brillan intermitentes,
cómo un guiño amigo.
En sublime silencio aguardan por ti,
aguardan por mí,
por nosotros,
ven, no temas...
ven aquí,
ven... ven y bésame...
Jorge Kagiagian
Enigmas, secretos,
luces esquivas...
los misterios todos.
Cometas, estrellas,
luces esquivas...
los astros todos,
entre ellos, este amor.
Amor que navega las brumas,
en silencio, en cegador silencio,
nadie lo ve, nadie lo alcanza,
inadvertido por siempre,
invisible y eterno.
Amor que vive, que muere,
amor que renace de una flor,
de un beso, de una mirada,
de la sonrisa de tus labios,
ese habrá de ser el precio
que siempre hemos de pagar.
Ocultos en los astros, aguardan los enigmas,
mientras que, inconscientes
de nuestra propia arrogancia,
jugamos al amor.
El laberinto del tiempo
sus salidas ha sellado,
extraviados por siempre,
inventamos excusas
fingiendo entender,
pagamos el precio eterno.
Apresúrate, ven aquí,
los misterios dormidos
y los astros todos
brillan intermitentes,
cómo un guiño amigo.
En sublime silencio aguardan por ti,
aguardan por mí,
por nosotros,
ven, no temas...
ven aquí,
ven... ven y bésame...
Jorge Kagiagian
.Ven
Enigmas, secretos,
luces esquivas...
los misterios todos.
Cometas, estrellas,
luces esquivas...
los astros todos.
Entre ellos, este amor.
Amor que navega las brumas,
en silencio, en cegador silencio,
nadie lo ve, nadie lo alcanza,
inadvertido por siempre,
invisible y eterno.
Amor que vive, que muere.
Amor que renace de una flor,
de un beso, de una mirada,
de la sonrisa de tus labios,
ese habrá de ser el precio
que siempre hemos de pagar.
Ocultos en los astros,
aguardan los enigmas,
mientras que,
inconscientes
de nuestra propia arrogancia,
jugamos al amor.
El laberinto del tiempo
sus salidas ha sellado,
extraviados por siempre,
inventando excusas,
pagamos el precio eterno.
Apresúrate, ven aquí,
los misterios dormidos
y los astros todos
en sublime silencio
aguardan por ti,
aguardan por mí,
por nosotros.
Ven, no temas...
ven aquí,
Ven... ven y bésame...
Jorge Kagiagian
Dedicado a Memi
mi esposa
Melina Rodríguez
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