Abrazos.
Hasta hace poco tiempo,
no sabía disfrutar
los abrazos que me daban.
Un día, una mujer me enseñó
cómo deben ser recibidos...
Es, al día de hoy,
que aún la maldigo.
No he podido jamás
dejar de extrañar
el latido de su corazón.
Jorge Kagiagian
Abrazos.
Hasta hace poco tiempo,
no sabía disfrutar
de los abrazos que me daban.
Un día, una mujer me enseñó
cómo deben ser recibidos...
Es, hasta el día de hoy,
que aún la maldigo.
No he podido jamás
dejar de extrañar
el latido de su corazón.
Jorge Kagiagian
Abrazos.
Hasta no hace mucho tiempo,
no sabía disfrutar
de los abrazos recibidos.
Un día, una mujer me enseñó
cómo deben ser recibidos…
Es, al día de hoy,
que aún la maldigo.
No he podido jamás
dejar de extrañar
el latido de su corazón.
Jorge Kagiagian
Abrazos.
Hasta no hace mucho tiempo,
no sabía disfrutar
de los abrazos recibidos.
Un día, una mujer me enseñó
cómo deben ser recibidos…
Es, al día de hoy,
que aún la maldigo.
No he podido jamás
dejar de extrañar
el latir de su corazón.
Jorge Kagiagian
Un día una mujer me enseñó como deben ser recibidos...
Es, al día de hoy, que aún la maldigo.
No dejo de extrañar el latido de su corazón.
Jorge Kagiagian
No hace mucho no valoraba los abrazos, me molestaban mucho... una vez una chica me enseño a recibirlos... y es el dia de hoy que la maldigo. No dejo de extrañar el latido de su corazon.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario