En el techo de mi casa




En el techo de mi casa

Me levanto por la mañana, y ella está en su lugar. Durante la tarde sigue ahí. Al llegar la noche, ella permanece en el mismo rincón del techo de mi casa.

La miro construir, meticulosa, su trampa; su prodigio del ingenio. Se posa en la pared y se deja caer sujeta de su seda. Se balancea hasta llegar a la pared opuesta. Continúa su tarea durante muchas horas, de arriba abajo, de izquierda a derecha. Hasta terminar su pequeña maravilla.

Preparo mi cena y me siento a la mesa, comiendo tranquilo, la observo. Quieta, inmóvil. Silenciosa aguarda a algún bichito que, descuidado, quede atrapado allí y cenar ella también.
De alguna forma se ha ganado mi cariño. Nada reclama o necesita; sólo usar ese olvidado rincón para poder vivir…
Muchas veces han querido sacarla de allí, pero no lo he permitido. Nunca ha molestado a nadie, ni trae ningún peligro… es más, quien sabe cuantas veces me ha librado de los picazones de algún fastidioso insecto.

Debe ser difícil sentirse siempre amenazada por esas escobas sin compasión. Nunca he comprendido porque tan indefensa criatura despierta tanta crueldad. Me lleno de pena cuando la veo moverse asustada o escondida en el agujerito que tiene como hogar, desde donde se asoma cuidadosa, esperando que el peligro se vaya.

No me atrevería a sacarla de aquel rincón y, mucho menos, a matarla. ¿Quien soy yo para hacerlo? Verla allí me reconforta, me acompaña. Ya la siento mi amiga. Me recuerda que nada me pertenece. Hace que toda la inmensidad de mi mundo se empequeñezca cada vez que miro al cielo desde mi ventana.
Ella en su rincón y yo en el mío, quizás no seamos tan diferentes.



Jorge Kagiagian

Versión sin corregir:

Me levanto por la mañana, y ella está en su lugar. Durante la tarde sigue ahí, al llegar a la noche, ella permanece en el mismo rincón del techo de mi casa.

La miro construir, meticulosa, su trampa; su prodigio del ingenio. Se posa en la pared y se deja caer sujeta de su seda. Se balancea hasta llegar a la pared opuesta. Continúa su tarea durante muchas horas, de arriba abajo, de izquierda a derecha. Hasta terminar su pequeña maravilla.

Preparo mi cena y me siento a la mesa, comiendo tranquilo, la observo. Quieta, inmóvil. Silenciosa aguarda a algún bichito que, descuidado, quede atrapado allí y cenar ella también.
De alguna forma se ha ganado mi cariño. Nada reclama o necesita; sólo usar ese olvidado rincón para poder vivir…
Muchas veces han querido sacarla de allí, pero no lo he permitido. Nunca ha molestado a nadie, ni trae ningún peligro… es más, quien sabe cuantas veces me ha librado de los picazones de algún fastidioso insecto.

Debe ser difícil sentirse siempre amenazada por esas escobas sin compasión. Nunca he comprendido porque tan indefensa criatura despierta tanta crueldad. Me lleno de pena cuando la veo moverse asustada o escondida en el agujerito que tiene como hogar, desde donde se asoma cuidadosa, esperando que el peligro se vaya.

No me atrevería a sacarla de aquel rincón y, mucho menos, a matarla ¿Quien soy yo para hacerlo? Verla allí me reconforta, me acompaña. Ya la siento mi amiga. Me recuerda que nada me pertenece. Hace que toda la inmensidad de mi mundo se empequeñezca cada vez que miro al cielo desde mi ventana.
Ella en su rincón y yo en el mío; quizás no seamos tan diferentes.

Jorge Kagiagian

4 comentarios:

Sil Verdun dijo...

Muyyyy lindo,hermoso..........

Anónimo dijo...

Siempre me inquietaron las arañas. Aquí se convierte en una habitante más de la casa. Su dueño la ha rescartado de la indiferencia y el olvido. Se apiada de ella y hasta la humaniza...
Cuántas telas se tejen en nuestros pensamientos de lectores curiosos. Es un gran disparador de múltiples pensamientos.
Rizomático
>M

Rosa F dijo...

Es hermoso jorge.Gracias por compartir.Tiene valor literario

pato dijo...

No se...me pasaron cosas terribles y cosas que decidí que sean buenas. Amo la lectura y hace rato que no creo en fronteras...calculo que no tenes vidas o afectos que te generen compromisos de vida, por que decís de ser un alma atormentada y eso seria muy triste para los que esperan ser importantes para vos.. No se vive la vida buscando un lugar mejor, tu tortura te seguirá donde vayas.Tu país sos vos, tu alma...donde quieras que estés.Que hiciste para que tus días sean mejor? tanta soberbia de creer que sos torturado por nacer en el país equivocado?. Ojala que salgas de tu compu y te conectes con la vida..la experiencia se hace todo los días, no se basan en teorías que puedas comprobar. quizá si salís de la compu, encontras ese amor que estas esperando.. Que tengas mucha información, no hace que sea útil para que seas feliz. La vida es corta, vivila...estas a tiempo.Es una pena.. escribís muy bonito, pero el poeta triste esta muy trillado..y a la larga, quienes escribimos no somos personas reales..no estés solo físicamente. Y la depre aleja a la gente real. Beso y mucho respeto para vos

Pato