Narraré sobre una experiencia de vida, no estoy seguro de la vida de quien... a mi me parece que es inventada por alguna persona no muy inteligente o quizás por un gnomo ¡cómo odio a los gnomos! Una vez uno acarició mi pierna pero bueno esa es otra historia. Aún así sin otra cosa mejor que hacer la escribiré. (maldito gnomo pervertido)
Lo historia comienza en Berlín, o en Bernal... mmm... bueno, el lugar no importa.
La cosa es que... ehhh. Y había un auto azul. De lo que si estoy seguro es que había un personaje que se llamaba.
Y él siempre se miraba al espejo y no veía nada en el... la razón era porque se le había roto... pero recordaba su cara lo cual es bueno, creo.
Lo invitaron a viajar en una nave espacial llena de ninjas, él era un ninja (me había olvidado de decirlo…) y también tenia un ojo biónico.
La cuestión es que había dedicado gran parte de su vida en practicar artes marciales y había logrado ser el re bueno. Increíble, ¿no?.
También se enamoró una vez, pero no me acuerdo mucho de esa parte de la historia... pero seguro que tuvieron hijos, todos con ojitos biónicos...
La cuestión es que el robot (si, también había un robot) como era medio hippie lo exiliaron en un planeta igual que al Principito Largo. Donde vivía el sólo con un tulipán que le había sobrado y como no tenia con quien usarlo lo dejo ahí.
Perdón, quizás no tuve que ni haber escrito esta historia. Pero si la corto ahora me vas a matar; así que continúo:
Ariel era una sirenita que vivía en el fondo del mar, era muy linda y tenía un amigo, era un cangrejo que hablaba. Y se casó con un pescado que ni te cuento. Tuvieron muchos sirenitos, pero eran medios fuleros, tenían piernas de ser humano y cabeza de bagre.
¿Y Nemo preguntarás? ni idea, no la alquilé todavía...
FIN
Podés continuar con el Final Alternativo (muy top eh!)
Ejem, ejem... coff coff...
(Continua con voz del locutor en off)
Desde el distante espacio una luz se distingue una luz... se acerca parpadeante y veloz.
El robot, la sirenita (quien llevaba un equipo de buzo a la inversa, con los tubos llenos de agua) y ET que justo pasaba por ahí... se quedaron estupefactos, todas rodillas temblaron como escarbadientes.
Cada vez más cerca... hasta que logró vislumbrarse. Un ovni aterrizaba lentamente.
El misterio y el suspenso latía en los corazones de cada uno de ellos.
La nave descendió y una gran puerta se abrió dejando ver el contorno de una figura delgada. Se acercó y pudieron ver su rostro pálido, su cara deformada y un guante con brillantes incrustados y dijo con vos aguda “Soy inocente, nunca lo toqué señor juez”.
Y los invitó a ir a su en el planeta Felicidonia. Todos subieron y se perdieron en el universo infinito.
¡¡¡Fue un final feliz!!! ¡Que alegría! ¡Que alegría!
Estoy conmovido, y no solo por la bella historia... sino porque el otro día me mandaron una postal... acá la tengo:
CHICOS...
NOS ENCONTRAREMOS EN EL CIELO
HASTA PRONTITOOOOO
¡BYE!
Jorge Kagiagian
No hay comentarios.:
Publicar un comentario