Por momentos siento que mi realidad es otra, que no pertenezco a este tiempo
que no soy quien toma las decisiones sobre mis actos…
Creo que la locura esta dentro mío. Hay algo cruel y malvado…destruyo todo lo que toco.
Todos parecen malditos programas de computadoras en un mundo carente de sentido.
Me miro al espejo y no me reconozco… corto mis cabellos, pero sigo sin verme
Arranco la piel de mi cara, veo mi globo ocular. Pero no veo quien soy realmente…
No quiero seguir adelante con mi vida, con un bisturí corto mis venas.
Veo mi mecanismo Terminator fallando, lo reparo y sigo buscando a Sarah Connor.
Jorge Kagiagian
Narradora de ilusiones traicionadas y sueños moribundos.
Combinados, como por arte de alquimia, lo despreciable con lo hermoso juntos en el mismo compás.
Confesión de maldad
“Mi poesía consistirá, sólo, en atacar por todos los medios al hombre, esa bestia
salvaje, y al Creador, que no hubiera debido engendrar semejante basura.”
Comte de Lautréamount
Comte de Lautréamount
Vastos espacios, infinitos desiertos se despliegan hasta el horizonte que nunca existió. Cayendo eternamente en un vacío Aleph, no hay tiempo, nada tiene precedentes. Mi pensamiento merodeó por caminos arbitrarios; pero ya no más, ansío algo diferente, algo nuevo. La soledad fue demasiada, debo escapar de mi propia maldición.
Crear seres, esclavizarlos y para jugar con ellos, la crueldad ayudaría a la diversión. Prometerles mil y un maravillas para decepcionarles luego… eso me distraería pero no es suficiente.
Quisiera que sintieran la felicidad de tenerlo todo, aunque sea por unos instantes, y arrebatárselos después. La congoja será aún mayor, porque no hay quien aprecie lo que no conoce; el valor se adquiere sólo cuando se pierde lo amado. Pero si otra persona te lo quitase el remordimiento no alcanzaría, es necesario fabular la culpa en ellos para que lamenten la falta durante toda su existencia.
Mi mano guiará hacia la perdición a los hombres. Creerán ser libres y se angustiarán por las consecuencias de sus actos; a esa mentira la llamaré “libre albedrío”.
Luego de su aparente desobediencia podría condenarlos a muerte para demostrar mi justicia divina… pero sería muy sencillo; le falta algo que realmente los conmocione en sus entrañas, que atormente sus almas. Argumentando piedad les arrebataré todo los dones que mi mano generosa les dio y se enfrentarán a las aflicciones que yo habré plantado en ese mundo también creado por mí.
Terremotos y catástrofes sin límites, ciudades devoradas por lluvias de fuego y la gran inundación que dejará diezmada a la humanidad. Enfermedades y hambrunas llevarán al hombre a la más abyecta de las miserias; desearan la inexistencia.
Hermanos enemistados a muerte por un trozo de algún animal sin vida, imposible de identificar por su estado de putrefacción. Ese pictórico retrato realzará el sabor de mi festín, del que disfrutaré mientras degusto cada detalle de tal barbarie.
Pero todo aquello no bastará; mi ambición necesita más. Sembraré semillas de odio y desprecio en los corazones de los hombres. Quienes cosecharán guerras sin piedad. Correrán en círculos. Abrumados, no tendrán donde escapar de su propia e ilimitada maldad. Encontrarán efímera paz proclamando héroes a pobres mutilados de los cuales se olvidarán poco después. Imagen tan triste como aquella en la que el hambriento encuentra una moneda en uno de sus andrajosos pantalones; suficiente como para saciar el estomago por unas horas pero pronto el crujido del vientre azotará de nuevo.
La parte más bella será que, a pesar de ser el culpable de todas sus desgracias, me presentaré frente a ellos, curaré algunos enfermos y haré milagros. Seré su esperanza y su salvador. Escucharé sus males, mi alma se quebrará cual cristal al oír tanto sufrimiento, tanto dolor; me acongojaré con ellos y fundidos en un eterno abrazo lloraremos juntos. Seré amado por quienes habré dañado sin clemencia. No hay nada que supere ese sublime sentir.
Pondré en ellos todas las pasiones posibles, odio, venganza, amor, temor, envidia, ambición, lujuria… no faltará ninguna. Presentaré mis mandamientos, las cuales prohibirán todo lo que yo he puesto en sus corazones.
Nunca podrán sentirse seres realizados y completos. Siempre la carencia los atormentará, porque nadie puede cambiar su esencia. Nunca un grosero buey podrá transformarse en un noble corcel, ni yo en un ser misericordioso. Por eso vivirán sumidos en la más profunda frustración.
Mi mano derecha, podrida y corrupta, estará presente en todos los puestos de poder… la llamaré mi gran ramera. Inculcará el sentimiento de culpa en cada ser humano. Se inmiscuirán hasta en la intimidad de todos, nadie podrá siquiera disfrutar de sus partes íntimas, porque serán censuradas y destinadas a la vergüenza.
Esa premeditada manipulación será transmitida de generación a generación…
Aún así, me venerarán. Creerán que todo lo bueno vendrá de mí; y lo malo de mi hijo más hermoso, quien es orgullo fiel de su padre. Encontrarán la forma de explicar todo el universo usando nuestros nombres... creerán por fe la más irrisorias e hilarantes afirmaciones.
Ridículamente harán imágenes de mí. Tendré mil apodos, todos sinónimos de amor.
Esto sólo será el comienzo. Cada seudónimo tendrá su propio ejército. Comenzará la gran masacre… asesinos proclamando mi nombre en batalla, alzando graciosos símbolos como estandarte por los siglos de los siglos. En un eterno juego sin fin, sin respuestas. Confundidos por su propia idiotez. Guiados por líderes dementes en los cuales yo habré puesto la locura dentro de sus cabezas, tan meticulosamente como un escultor que transfigura el mármol según sus deseos. Los llevarán a la más nefasta perdición y quien se niegue a formar parte de mi plan divino, arderá por siempre en el fuego eterno del abismo infernal que yo mismo habré de crear.
En fin, el destino está escrito por mi mano implacable.
Con la más exquisita precisión, iniciaré mi obra:
“En el principio creó dios los cielos y la tierra…"
Hágase mi voluntad.
Jorge Kagiagian
El fin de mi lucha
Elvis Presley - The vicious circle (In the ghetto)
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The vicious circle (In the ghetto)
The vicious circle (In the ghetto) As the snow flies On a cold and gray Chicago mornin' A poor little baby child is born In the ghetto And his mama cries 'cause if there's one thing that she don't need it's another hungry mouth to feed In the ghetto People, don't you understand the child needs a helping hand or he'll grow to be an angry young man some day Take a look at you and me, are we too blind to see, do we simply turn our heads and look the other way Well the world turns and a hungry little boy with a runny nose plays in the street as the cold wind blows In the ghetto And his hunger burns so he starts to roam the streets at night and he learns how to steal and he learns how to fight In the ghetto Then one night in desperation a young man breaks away He buys a gun, steals a car, tries to run, but he don't get far And his mama cries As a crowd gathers 'round an angry young man face down on the street with a gun in his hand In the ghetto As her young man dies, on a cold and gray Chicago mornin', another little baby child is born In the ghetto Autor: Mac Davis | El círculo de la vida (en el gueto) Mientras la nieve vuela en una mañana fría y gris de Chicago, un pequeño niño, un bebé, nace pobre en el gueto. Su mamá llora porque lo que no necesita es otra boca hambrienta que alimentar en el gueto. ¿Es que no lo entienden? El niño necesita de nuestra ayuda o algún día, crecerá para convertirse en un adolescente enojado. Echemos un vistazo. ¿O estamos demasiado ciegos para verlo?. ¿O es que simplemente volvemos nuestras cabezas hacia otro lado?. Pero... el mundo continúa. Un niño con la nariz sucia juega solo en las calles mientras sopla el viento frío en el gueto. El hambre lo quema por dentro. Comienza a deambular de noche... Aprende como robar. Aprende como pelear en el gueto. En una noche de desesperación un adolescente no resiste más. Compra un arma, roba un coche. Intenta escapar; pero no llega muy lejos. Mientras una multitud se reúne alrededor de un adolescente enfadado tumbado en la calle boca abajo con un arma en su mano su madre llora... en el gueto. Mientras su hijo adolescente muere, en una mañana fría y gris, otro niño pequeño, un bebé nace en algún triste gueto. Traduccion libre: Jorge Kagiagian |
Sobre la canción: http://es.wikipedia.org/wiki/In_the_Ghetto
Interpretacion de Elvis Presley, versión de estudio:
Interpretacion de Elvis Presley, en vivo:
Quiero ser un pirata
En pocas horas
¡Oh Aquiles!
Mitos y leyenda, dioses y héroes nada serian sin ti.
Tú el príncipe de Mirmidones, el más rápido de los hombres
El sumergido en el Estigia, el invulnerable.
El inspirado por el amor y la ira, resplandece tu espada
Eres único en la Hélade de todos los tiempos.
Jamás habrá otro igual, no podrán alcanzar tu gloria.
Para ti hay cantos y versos, los cuento por miles.
Tú el príncipe de Mirmidones, el más rápido de los hombres
El sumergido en el Estigia, el invulnerable.
El inspirado por el amor y la ira, resplandece tu espada
Eres único en la Hélade de todos los tiempos.
Jamás habrá otro igual, no podrán alcanzar tu gloria.
Para ti hay cantos y versos, los cuento por miles.
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