Cuando moría me abrazó, y con voz quebrada y lastimera, me dijo que en recuerdo de este amor me dejaba su blanca calavera, que la robara de su propia tumba y que en mis horas alegres o de duelo, su espíritu vendría desde el cielo y a través de ella me vería. Y el tiempo pasó, siento su voz reclamándome "Cumple tu promesa!"
Narradora de ilusiones traicionadas y sueños moribundos.
Combinados, como por arte de alquimia, lo despreciable con lo hermoso juntos en el mismo compás.
Poema Negro (Claudio de Alas)
Cuando moría me abrazó, y con voz quebrada y lastimera, me dijo que en recuerdo de este amor me dejaba su blanca calavera, que la robara de su propia tumba y que en mis horas alegres o de duelo, su espíritu vendría desde el cielo y a través de ella me vería. Y el tiempo pasó, siento su voz reclamándome "Cumple tu promesa!"
La vergüenza de ser argentino: Ley 11825, Restricciones sobre bebidas alcohólicas
que todo esta perdido y que hay que empezar de nuevo".
Julio Cortázar
Julio Cortázar
Como todas las notas de la serie “La vergüenza de ser argentino”, será intencionalmente breve y clara para su rápida lectura.
Presentaré el porque esta ley (y otras de las mismas características) es vergonzosa para un gobierno democrático y porque manifiesta la principal característica del argentino: el más triste facilismo, esa trampa tentadora de consecuencias a largo plazo.
Enfrenamientos violentos, vandalismo, vómitos, desmayos, comas alcohólicos y vergonzosas escenas en la vía publica; menores y mayores de edad como participes y testigos promovieron la creación de la Ley 11825. Una ley de las tantas en la República Argentina (que ni es una república y el argentum se lo llevan al exterior) que ataca de forma directa las libertades individuales; porque parece mas fácil prohibir que diseñar una solución eficaz y que sanee el problema de forma definitiva.
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