Contigo se asoma tímidamente la esperaza
como un rayo de luz dentro de una impenetrable cueva.
Entra a liberarme, al fin, de mi perpetua soledad.
Dime niñita ¿Vienes a verme a mi?
¿Serás la estrella salvadora de este naufrago?
¿Curaras mis heridas? ¿Podré yo sanar las tuyas?
¿Recorreremos juntos las cuatro estaciones de la vida?
¿Me pertenecerá tu desnudez?
Al menos, déjame soñar que mío son tu fuego y tu calor.
Te acercas rápidamente. Tiemblan mis manos; siento como el latir
de mi corazón se acelera. Se apodera de mi la emoción.
Cierro los ojos, imagino tu cuerpo, tus brazos a mi alrededor, tus tiernos besos.
Pero todo es una ilusión, un sueño nada más.
Ten piedad de mí, y dime sol mío, ¿Eclipsaras la tristeza de mi corazón?
Jorge Kagiagian
2 comentarios:
Che loko, que bueno que están los versos que has subido, me gustan mucho el primero y el último, quizás lo use para alguna minuza ….jajajaja
Bueno, nos “vemos”
PD: seguí escribiendo, asi sacamos el libro jejejeje
Es muy bello ... me movilizo internamente.
Gracias por compartirlo.
Saludos.
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