Imagina


Imagina
que nunca nos hemos visto
no has sabido nada de mí
nuestros caminos jamás se han cruzado

Hacia ti

Tus besos son magia
Tus brazos paz
Tu cuerpo el camino
Tu alma mi destino

Carta para Elen


Amor de mi vida:

                       Se que han habido momentos difíciles, que todo ha sido complicado. Que la decepción se hizo presente en muchas oportunidades; palabras hirientes llenaron nuestras bocas y las lanzamos al otro con enfado. Hemos desperdiciado tanto tiempo, tanta energía. Pero aún así no quiero dejar de amarte, no quiero que irme de tu vida. No sé como vivir sin vos, aunque no nos veamos seguido, estás siempre en mi mente y todo lo que hago siempre esta inspirado, motivado en vos, en hacerte sentir bien y que veas en mi el hombre que siempre quisiste. Soy adicto a tus manos, adicto a tu boca, a tu cuerpo, a tu mirada, a tus palabras, adicto al resplandor de tu alma.

Como ser mejor persona en 3 palabras

Ser paciente te ayudará a no desesperar.
Ser versátil te permitirá adaptarte a cualquier situación.
La compasión te hará grande.
Escuchar más y hablar menos te hará sabio.
La humildad te hará querido.

Nostalgia


Dormir me gustaría junto a ti
descendido de las alturas, tu cuerpo
tus brazos, el calor de hogar
Tus nubes, no más que recuerdos

Donde quieras que estes


Donde quieras que estés


Como lanzando una moneda, rogando al destino ahí fue esta botella. Buscando, quizás en vano, llegar a las manos de quien sepa valorar esta empresa, quien busque tal como yo la persona indicada a quien amar.

El tiempo encerrado en una botella, deseo inmutable, atrapado hasta quien ose destaparla, y ese valiente has sido tú. Y como cuál genio cumplidor de deseos mis palabras saldrán para llegar a tus ojos y quizás a tu alma.

Fueron kilómetros incontables. Arrastrada por las olas girando y volteándose innumerables veces como cuál reloj de arena que en cada giro la esperanza vuelve a comenzar. Es inevitable que luego de la esperanza llegue la decepción y que de nuevo la decepción vuelva a ser esperanza.

Los días envejecen, serán eternidad. Mi cuerpo quizás haya sido vencido por los años, pero estas palabras no; no la energía, que yace en mi cuerpo, impulsada por el anhelo de encontrarte, aunque sea después de mi muerte.

Sé que existes. Sé que estas en algún lugar. El amor por mí está dentro de ti solo déjalo brillar y será el faro que me guíe.

Esta botella sucumbida por las fuerzas del mar fluyó bailando la melodía del destino junto al cortejo del vaivén de las aguas; cruzó el mundo incansable. Así debe fluir tu corazón para que mi mano pueda tomar la tuya y la tuya tome la mía así nunca jamás sentiremos soledad en nuestros corazones.

Dime: ¿eres tú?

Jorge Kagiagian