He trabajado
muchísimos años de mi profesión. Una, como tantas otras, que pasa inadvertidas
por la mayoría de las personas. Incluso muchos proliferan sus burlas contra mí
y mis colegas. La consideran inservible, sin sentido. “Una pérdida de tiempo”,
tal como dijo mi padre cuando se enteró, hace 132 años atrás, que había decidió
dedicarle mi vida.
Narradora de ilusiones traicionadas y sueños moribundos.
Combinados, como por arte de alquimia, lo despreciable con lo hermoso juntos en el mismo compás.
Ciencia Olvidada (Corregido)
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